El Lider en busca del Elixir
Durante mucho tiempo fui buscando la organización perfecta, aquella en la que pudiera crecer, desarrollarme, hiciera match con mis valores, pudiera aprender, innovar, que estuviera desafiada y pudiera aportar valor. Uff que desafío encontrarla…Se imaginarán que en esa búsqueda conocí diferentes organizaciones, las cuales fueron preparándome para darme cuenta de cual era ese lugar en el que permanecía ese frasco con la “pócima” casi perfecta. Algunas fueron una gran escuela, donde aprendí todo lo que no era liderazgo y lo que, si era, lugares donde parecía que uno rápidamente se ponía la camiseta, en otras conocí esos equipos de trabajo que uno añora de por vida. Otras permitieron mi desarrollo, crecer y poder ver “un mar azul” un mar de posibilidades. Pero siempre algo faltaba, no era perfecto… siempre algo no estaba o no se sentía confortable. Y recordando esas historias, esos momentos, el día que sentí que había encontrado ese elixir lo sentí literalmente en el cuerpo. Un lugar donde mi mente y mi corazón me dijeron es aquí … aquí es donde me quiero quedar. ¿Lo sintieron alguna vez? ¿Sintieron esa sensación de que llegamos a un lugar y podemos descansar de esa búsqueda interminable? Reflexionando años después y de cara a escribir este nuevo artículo para compartirles, me di cuenta de que en realidad ese elixir no estaba en la organización no estaba en esa oficina, no estaba en ese nuevo equipo de trabajo. Ese elixir siempre estuvo en mí, lo encontré cuando conecté mis deseos, mis aspiraciones con mi voz interior, con mi poder personal, con mi principio rector y todo eso se alineo con la organización. No hay nada afuera que no sea la manifestación de lo que esta en nosotros. Y así fue como descubrí que, si apalancamos esa búsqueda en lo que esta afuera de nosotros es pasajero, va a cambiar y no será suficiente nunca. Lo único que va a permanecer es la automotivación, el autoliderazgo que te mantiene en tu eje inmóvil como en el ojo de un huracán mientras todo se mueve alrededor. Es recién ahí, donde uno se da cuenta que para hacer esa búsqueda no hay que ir muy lejos, es solo adentrarse y conectar con los valores que te trajeron hasta donde estas. Resignificarlos sentarte en esa silla nuevamente y conectar con esa elección aquí quiero estar … este es mi lugar. ¿Ya sabes que el elixir eres tú? Si aún no lo sabes, todo está bien, es un proceso y hay que recorrerlo personalmente. Me encantará leer tu reflexión…